Evolución contemporánea (9): los humanos, en camino

En esta serie de entradas sobre la evolución reciente, no podemos dejar de considerar la especie que, al fin y al cabo, más nos interesa: la nuestra. Si la evolución sigue en acción para las especies en nuestro entorno, ¿no afectaría también a nosotros?

¡Claro que nos afecta! Los humanos estamos expuestos a influencias externas que pueden causar cambios en nuestro acervo genético y por ende, hacer que continúe nuestra evolución. En gran medida nuestra evolución es cultural (ver la entrada de 24 septiembre 2017), o sea, somos capaces de adaptarnos a condiciones nuevas cambiando nuestras conductas y tradiciones, y nuestras tecnologías, pero sin lugar a duda estamos experimentando una continua evolución biológica también.

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Evolución contemporánea (8): peces cavernícolas

Imagínate estar en el agua, en un lugar completamente oscuro. Llegaste de afuera, de un río cuyas aguas entraron en el subsuelo por grietas en la roca, hacia las cuevas que allí abajo se encuentran. No tienes cómo volver. Te toca adaptarte a este nuevo ambiente, a esta oscuridad. ¿Qué haces? He aquí la situación en la que se han encontrado unos peces mexicanos, llamados Astyanax, que originalmente tenían ojos y ahora ya no.

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Evolución contemporánea (7): el cambio climático

Durante las últimas decenas de años estamos viendo un aumento en la temperatura global sin precedentes, en términos no sólo de magnitud y alcance global [i], sino también de la velocidad de este aumento. Todas las evidencias apuntan a que los artífices de este calentamiento somos nosotros, los humanos [ii]. El impacto del calentamiento global ya se está sintiendo: aumentan la intensidad y frecuencia de fenómenos climatológicos extremos tales como los huracanes y, aunque suene paradójico, las olas de frío; además ocurren más incendios forestales, inclusive en regiones donde normalmente la humedad es alta, y avanzan los límites de los desiertos [iii]. Sin embargo, el impacto del cambio climático va más allá de estos fenómenos: afecta la vida de una gran cantidad de especies vivientes en todos los rincones de la tierra. ¿Cómo pueden los organismos reaccionar a los cambios en sus entornos?

En efecto, ¿qué puede hacer una especie si su entorno se está calentando? Una opción es migrar hacia regiones más templadas: hacia latitudes más altas, o terreno más elevado. Otra opción es adaptarse, mediante cambios en conducta o cambios evolutivos. No hay alternativa, otra que la extinción.

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Evolución contemporánea (6): la mano humana

En las altas montañas del Himalaya se encuentra una pequeña mata particular: el loto de la nieve. Es considerado medicinal por los chinos y tibetanos [i], y anhelado por los turistas debido al aspecto exótico de su flor. En la realidad se trata de dos especies, ambas llamadas “loto de la nieve”: Saussurea laniceps y Saussurea medusa. Tienen aspectos y propiedades distintas, siendo S. laniceps (ver imagen) la especie preferida, mientras que S. medusa se corta raramente. Los buscadores de S. laniceps prefieren matas grandes por sobre las pequeñas, puesto que se venden mejor, por razones estéticas y por considerarse que las grandes son más eficaces; además, es más fácil encontrar las matas grandes que las pequeñas.

Esta preferencia de los buscadores de S. laniceps está causando una reducción del tamaño máximo (o sea, el tamaño cuando está en flor) de esta mata. Se ha comprobado [ii] que especímenes de S. laniceps recogidos en el pasado eran más altos que los que se consiguen actualmente: mientras que en los años 1920-1940 la altura media de las matas rondaba los 25 cm, ahora está en unos 15 cm. En el caso de la especie hermana, S. medusa, que raramente se recoge, la altura promedio se mantuvo prácticamente constante: alrededor de 10 cm. La reducción en tamaño máximo de S. laniceps se debe al hecho que los ejemplares pequeños son los que sobreviven a la acción del hombre. Estos tienen una variante genética que causa su menor altura, la cual traspasan a sus descendientes, de manera que la población entera tiende a volverse más baja.

Lo que le pasó al loto de la nieve, es un ejemplo de evolución contemporánea impulsada por la acción humana. A este fenómeno nos dedicaremos en esta entrada.

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Evolución contemporánea (5): un cuento de nunca acabar

¿Sabías que las enfermedades – o, mejor dicho, los patógenos que las causan, tales como el virus responsable del COVID-19 – también están sujetas a las leyes de la evolución? ¿Y sabías que los árboles, aunque no se pueden mover, tampoco se escapan a estas leyes? En esta entrada vamos a hablar un poco de la evolución a distintas escalas, y veremos cómo aplican las mismas leyes a pesar de las tallas.

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Evolución contemporánea (4): por los aires

Las aves están relacionadas íntimamente con el desarrollo de la teoría de la evolución por selección natural. Tal como (por lo menos, así se dice) una manzana, al caer del árbol, inspiró al científico inglés Isaac Newton a enunciar su teoría de la gravedad, así han contribuido unas aves – en este caso los pinzones de las islas Galápagos – al nacimiento de la teoría de Charles Darwin sobre la evolución. Darwin realizó un estudio de estos pinzones cuando visitó las islas Galápagos durante su viaje alrededor del mundo a bordo del Beagle, encargado de una investigación científica de la naturaleza, desde 1831 a 1836. Darwin se percató que, en cada isla, en cada hábitat distinto, los pinzones habían desarrollado características apropiadas para obtener su alimento. En particular, notó que los tamaños y las formas de los picos de los pinzones dependen del tipo de semillas que se encuentran en cada isla y que varían desde pequeñas en algunas islas, hasta grandes y duras en otras. Darwin se dio cuenta de que estos distintos tipos de pinzones en las islas Galápagos provienen todos de un mismo antepasado – y esta observación dio origen a su teoría de la evolución.

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Evolución contemporánea (3): de reptiles y anfibios

La evolución no se detiene: al mirar a nuestro alrededor la podemos ver en acción. En la entrada anterior vimos ejemplos de esto en las aguas de los mares, los ríos y los lagos. Pero en la realidad no hace falta bucear: en las inmediaciones de nuestras viviendas podemos observar, en tiempo real, cómo cambian las especies. Entre los reptiles y anfibios, por ejemplo, encontramos unas cuantas especies que han experimentado cambios evolutivos en el pasado reciente, o que aun los están experimentando. Consideremos hoy algunas de tales especies, y veamos qué nos cuentan acerca de cómo funciona la evolución.

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Evolución contemporánea (2): lo que nos enseñan los peces

La evolución, ya lo vimos en la entrada anterior, no se detiene. En la actualidad, así como desde la primera aparición de la vida en nuestro planeta, hace miles de millones de años (ver la entrada de 12 agosto 2018), se están dando los procesos que causan cambios en las especies vivientes, y se ha podido determinar cómo, a veces en cuestión de años, pueden aparecer especies nuevas. La evolución no sólo se dio en el pasado: ¡se está llevando a cabo frente a nuestros ojos! Así que no hace falta más que mirar a nuestro alrededor y observar la evolución en acción.

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Evolución contemporánea (1): el cambio no se detiene

Gracias a los procesos de la evolución estamos ahora aquí: no sólo nosotros, sino todas las especies animales y vegetales que están poblando la faz de la tierra. Somos todos progenie de las primeras formas de vida (ver la entrada de 12 agosto 2018), cuyos descendientes se modificaron a lo largo de millones de años, fruto de procesos evolutivos tales como la selección natural. Somos, así lo piensan muchos, la culminación de la evolución. Pero, ¿quiere eso decir que la evolución llegó a su fin? Seguramente no: la evolución continúa, en todos los ámbitos de la vida terrestre. Y no sólo eso: esta evolución es más rápida de lo que muchos se imaginan. Sigue leyendo

La Revolución Neolítica (8) – Expansión de la agricultura

El avance de la agricultura

La aparición de la agricultura, que ocurrió de manera independiente en varias partes del mundo, empezando hace unos doce mil años en el Medio y Cercano Oriente [i] (ver la entrada de 7 marzo 2020), fue una de las transiciones más importantes en la historia humana. En algunos respectos (por ejemplo, la cantidad de alimentos), la agricultura implicó una mejora de la calidad de vida de nuestros antepasados. Pero en otros (por ejemplo, la salud), causó una desmejora importante. Sin embargo, aun así, la agricultura se propagó por todos los continentes en una cuestión de pocos miles de años.

¿Cómo se expandió la agricultura por el mundo? ¿Cómo lo pudo hacer de manera tan contundente? ¿Cómo reaccionaron los cazadores-recolectores, al encontrarse ante la llegada de los agricultores, con una manera de vivir, pensar y hablar tan distinta a la suya? ¿Cómo actuaron ante ese reto, esa disyuntiva entre mantener sus propias costumbres y manera de vivir, su identidad, por un lado, y la de los recién llegados por otro? Sigue leyendo